El Gobierno Provincial tuvo que pagar los meses que la propiedad quedó retenida porque si había un contrato firmado. El lugar a donde trasladaron el Consejo Escolar no tiene contrato con Provincia y nadie muestra los papeles de alquiler, como tampoco explican quien lo paga ya que Provincia no puede hacerlo. Sospechan que es el Municipio, si es así es incorrecto ya que es un organismo provincial y el contrato no fue considerado en ninguna sesión, según el Consejero Escolar Fernando D’Auría que participó de la audiencia en el día de ayer.
Por otro lado, las reparaciones para entregar la propiedad en condiciones correrán por parte del Municipio, al menos ese fue el compromiso que tomó el Secretario de Educación municipal, Damián Espíndola, ayer en la audiencia, así lo resaltó D’Auría al preguntarle por qué un funcionario municipal se encontraba en la audiencia que debía ser entre miembros del Consejo Escolar, funcionarios del Ejecutivo Provincial y el propietario del lugar en cuestión.
D’Auria explicó: “Se realizó una audiencia virtual en la que participó Guillermo Bruno, el dueño del edificio ubicado sobre la calle Bolívar. En agosto apareció un escrito donde él era el que pedía que se resuelva la situación. Ahí nos dimos cuenta de la falta de comunicación de la institución. No sabíamos nada de esta supuesta mudanza. El 28 de agosto hubo una sesión especial que pedimos porque la mudanza se debía votar entre los 8 consejeros que fuimos elegidos por el voto de la gente. Logramos frenarla.»
El 1 de septiembre fue la siguiente sesión en la que «el propietario quería un acuerdo», al no tener respuesta decidió retener la propiedad antes que intenten mudarse nuevamente a escondidas. La Presidenta del Consejo Escolar Victoria Carey, contó D’Auría, denunció penalmente a Bruno por el secuestro de la documentación pública, a pesar del permiso del propietario para que retiren lo necesario y así no entorpecer el trabajo del organismo.
“No sabíamos nada de lo que pasaba en el Consejo. No hacemos cosas porque no tenemos ni información ni comunicación. No me importa la gestión municipal, sí las escuelas y los edificios por los que tenemos que dar cuentas. Juramos a la gente que íbamos a hacer lo mejor pero se oculta todo”, explicó D’Auría. El Consejo Escolar funcionó en el mismo lugar, alquilado al mismo propietario durante 21 años.