viernes en el Centro Cultural Federal de Pilar y permanecerá abierta al público durante las próximas dos semanas.
«Estoy muy agradecida y emocionada de poder mostrar nuevamente mis trabajos, el público me completa como artista, a mí y a mi trabajo», manifestó Cabrera al presentar la galería.
Cruzando ambos campos, el del arte y la salud mental, su producción explora distintos métodos y soportes para trabajar con lo invisible y el inconsciente. Sus técnicas son los medios que la artista ha ido explorando a lo largo de su trayectoria, haciendo frente a una serie de preocupaciones que incluyen la desaparición de la vida y la migración posterior del Alma.
«Pienso mis obras como una manera de representar la síntesis de energía y materia, graficando desplazamientos e imaginando estructuras para registrar las tensiones de lo plástico», explica Cabrera. «Un cosmos de texturas y composiciones armadas capa a capa, detalle a detalle, a la manera de un mapa estratigráfico», define.
Toda la producción de Susana Cabrera parece hacer referencia a la idea de devenir. Su punto de vista está atravesado por una forma de orientalismo que se puede rastrear en toda su producción, desde el uso de transparencias y solapados en los textiles, a las superposiciones de capas y veladuras en las fotografías y pinturas o, también, en la relación que esculturas y joyas mantienen con arquetipos culturales y naturales.
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