Con más de 200 artistas en escena, se llevará a cabo este sábado el evento musical del año en la Plaza 12 de Octubre: las orquestas de Pilar y José C. Paz se unirán a dos prestigiosas agrupaciones corales para dar vida a la emblemática Novena Sinfonía de Ludwig Van Beethoven.
El espectáculo, con acceso abierto y gratuito, comenzará las 20:00, con un marco excepcional como lo será un gran escenario montado frente al céntrico espacio verde de Pilar, en Rivadavia y Bolívar.
A las agrupaciones sinfónicas pilarense y paceña se le sumarán invitados de lujo, como el Coro de Música Sacra de Buenos Aires, dirigido por Sandra Pianigiani, y el Coro Preto de Adrogüé, cuyo director es Emerson Rosa Lima.
Además, se lucirá la voz de los solistas Gabriela Guzzo (soprano), Sandra Pianigiani (contralto), Christian Casaccio (tenor) y Luciano Straguzzi (bajo), provenientes del Teatro Colón y el Teatro Argentino de La Plata.
«Va a ser un evento muy importante, porque varios elencos nos reunimos para tocar y cantar una obra histórica, que fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, así que tiene un contexto mucho más fuerte que excede lo meramente musical», señaló Clara Parodi, la joven y talentosa directora de las dos orquestas participantes.
Parodi, que a su vez es la coordinadora general del espectáculo organizado por la Dirección de Cultura municipal de Pilar, confesó que «es la primera vez que voy a dirigir esta obra, así que lo siento como un gran desafío y a la vez tengo una gran emoción». «Hace unos días me contaba mi maestro de dirección, a quien le pedí algunos consejos, que yo iba a ser su primera alumna en hacer esta obra, así que es una satisfacción mayor todavía», relató la directora orquestal.
Respecto de la obra, la más emblemática de Beethoven, Parodi describió: «Es una bisagra en la música sinfónica, ya que plantea una nueva forma de escritura, es un antes y un después, y es por eso que tuvo tanta trascendencia».
Además explicó que «se dice que el último movimiento es una sinfonía dentro de la sinfonía. Es el más conocido por las adaptaciones de la Oda a la Alegría, donde el autor logra un entramado entre la orquesta y las voces que es impresionante, único».
En tanto, reconoció que «la preparación fue contrarreloj. Es una obra de una duración de una hora y diez minutos con una gran dificultad técnica y de ensambles. El desafío más grande fue unificar las dos orquestas, ya que la mayoría de los ensayos fueron por separado».
Con sobrados condimentos, Pilar se prepara para vivir la Sinfonía Nº 9 en re menor, op. 125, conocida también como «Coral», última sinfonía completa del compositor alemán más célebre de todos los tiempos, una de las obras más trascendentales, importantes y populares de la música y el arte.
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