Mariana, quien vive junto a su familia en Presidente Derqui, denunció una serie de sucesos desagradables que sufrió su marido y luego su hija, con Covid-19 positivo, dentro del sistema de salud público local.
Ella repasó los hechos y afirmó que: “Lo que vivimos fue un flagelo. Eso se pudo evitar y no se hizo. Los desastres se fueron sucediendo uno tras otro y van dejando un tendal, como la mano de una persona y la trayectoria de otra. Todo comenzó el 13 de enero, cuando Esteban, el papá de mis hijos, sufrió un accidente. Fue asistido durante varias horas en el Hospital de Pilar, donde un traumatólogo, Dr. Aldo López, después de dos horas desangrándose, con código rojo, lo cosió amatambradamente y lo dejó servido en una camilla de la guardia con un par de instrucciones, con choques eléctricos en el brazo, sin poder dormir de los dolores”.
Luego, la situación continúo de la siguiente manera: “El Dr. Oscar Cascia tomó el caso y le indicó que estaba mal hecha la operación. Se había solicitado un estudio para poder detectar qué tipo de lesión tiene. Se demoró 20 días, a pesar de que se elevó una nota con carácter de urgencia. Eso le costó la recuperación. Luego de varias idas y vueltas, con tremendos dolores, fue operado por el Dr. Cascia con éxito y un pronóstico bastante bueno. A la semana se declaró el estado de cuarentena, en marzo. No perdió la mano pero la tiene inmóvil, con fuertes dolores, a causa de que la kinesiología que se le pidió no estaba en el hospital porque había sido trasladada a Pilares de Esperanza y allí no se estaba atendido debido a la pandemia. Después de mucho insistir, el doctor logró que se le realice el tratamiento pero fue demasiado tarde”.
Toda la recuperación de este vecino se agravó a partir de la pandemia y ahora con la decisión de las autoridades municipales de prescindir de los servicios del Dr. Cascia como jefe de quirófano, Mariana afirmó: “La política manoseó a un profesional. Hay un gran poder coercitivo que viven los empleados para que tengan que presentarse a trabajar y callarse la boca. En la sala no hay médicos de guardia. Corren al que molesta, dejando a las personas convalecientes o con sus vidas cercenadas . No hay respuesta en el sistema de salud. Espero que sea revisado el caso del Dr. Cascia y restituido a su lugar. Dejan mucho que desear”.
Además, relató otra situación angustiante que sufrió su familia en estos días: “Mi hija pasó por el Autocovid Municipal del km 46 por tener síntomas y haber estado en contacto con alguien que le dio positivo. Se acercó y en 48 horas le dieron el resultado positivo a través de un llamado telefónico. No recibió ni una indicación de cómo seguir, qué medidas paliativas tomar y nunca más la monitorearon”.