Economía post pandemia: cuatro miradas desde el IAE Business School

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Se dio a conocer una nueva edición del Informe Económico Mensual, que elabora el Departamento de Economía del IAE Business School.

En cuanto al panorama global Juan Llach señala:

  • La inflación al consumidor en los EEUU, bajó al 0,6% mensual en mayo pasado -desde un 0,8% en abril- pero todavía es alta. Además, la inflación núcleo fue 0,7% y la anualizada pasó del 4,8% en abril al 5% en mayo.
  • La mayoría de las proyecciones de abril del FMI fueron más optimistas que en enero, El mundo crecería 6,0% en 2021, superando la caída del 2020, y el PIB global en 2021 sería bastante mayor que en 2019, aumentando 7,0% entre 2019 y 2022. A la Argentina le iría bastante peor, dado que caería 2,4% en el mismo trienio, en marcado contraste con la mejora de países emergentes de porte (9,6%), China (16,7%), los desarrollados (4,5%), y aun Brasil (2%).

Economía y pandemia, un diálogo complejo y necesario

Eduardo Fracchia, Director del Área de Economía del IAE Business School señala la importancia del diálogo entre estas dos variables:

  • Uno de los aspectos seriamente afectados por la pandemia COVID-19 y el consecuente confinamiento social, es la economía mundial. En el plano económico, esta crisis desconectó a la población con el circuito productivo, generando una disrupción en gran escala sobre la oferta agregada y, por lo tanto, fuertes restricciones sobre el ingreso y la demanda en 2020.
  • De acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI), las perspectivas de crecimiento económico mundial son de una recuperación general de 4% después de una caída equivalente en el año 2020.
  • No obstante, para el año 2021 la recuperación  es auspiciosa a modo de rebote, aunque supone un arrastre estadístico y no crecimiento genuino.
  • Un aspecto muy particular en la economía argentina es la notoria falta de recursos fiscales y monetarios lo cual hace que haya poca munición para contrarrestar esta recesión.
  • En Argentina  se destinaron recursos durante 2020 que representan el 3% del PBI, mientras que en otros países de la región los recursos representaron 10%, y en países europeos ese monto estuvo cercano al 15%.
  • La pospandemia es clave, durante la crisis se puede hacer mucho, pero la gestión del día después es determinante. Se requiere una salida política con liderazgo, un plan fiscal y monetario coherente, impulso a las exportaciones y evitar un intervencionismo estatal excesivo.

Reflexiones sobre la coyuntura y la política del segundo semestre

Fracchia, reflexiona también sobre la coyuntura y la política del segundo semestre:

  • Al margen de la pandemia que lo domina todo, el país estructuralmente es muy poco productivo. La industria manufacturera salvo manchones de enorme eficiencia como los de Techint o Arcor es muy precaria.
  • El campo tira bien, todo lo vinculado a servicios basados en el conocimiento tiene potencial y ya supone 10.000 millones de dólares de facturación de exportaciones.
  • Puede haber más unicornios en este sector de servicios que podría complementar parcialmente el desarrollo de la industria.
  • La sociedad sigue anómica, poco solidaria, no quiere vivir las pautas de baja circulación, se rebela contra los controles. No se educa bien, solo el 42% termina el secundario respecto al total que ingresa en primer año, lo cual es dramático que en 2021 tengamos esa situación.

Atrapados en el fin de ciclo

Federico De Cristo, profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral analiza los ciclos económicos de la economía argentina:

El actual ciclo sigue un patrón similar al de ciclos anteriores:

    • El inicio es la salida de una crisis: superávit externo, ingreso de divisas y recomposición de reservas internacionales del banco central, aumento de la producción y creación de empleo del sector privado.
    • El crecimiento produce aumento de importaciones por la necesidad de importar maquinaria y equipo, repuestos y otros insumos necesarios para la producción.
    • Mientras tanto, las exportaciones crecen menos que el producto y las importaciones; los salarios aumentan a mayor velocidad que los precios, y la inflación supera la devaluación, encareciendo el país medido en dólares.
    • De a poco el superávit del sector externo se va agotando para transformarse en déficit, usualmente financiado con deuda externa.
    • Llega un momento que el nivel de endeudamiento incrementa el costo de la deuda y raciona el acceso al financiamiento por creciente desconfianza en la solvencia del gobierno, y al mismo tiempo la salida de capitales y la dolarización de los ahorros presiona a las reservas a la baja.
    • El crecimiento se estanca, el desempleo empieza a aumentar y eventualmente llega la devaluación.
    • La suba del tipo de cambio gatilla un proceso inflacionario que licúa el poder adquisitivo de los salarios, reduce el consumo, cae la inversión por la desconfianza y falta de crédito y reduce la producción orientada al mercado interno y, por supuesto, las importaciones.
    • La caída de importaciones reduce la demanda de divisas hasta el punto que vuelve a aparecer un superávit que permite volver a empezar.

Más allá de la coyutura, que tarde o temprano nos llevará al inicio de un nuevo ciclo, hace falta un plan estructural que proponga reglas de juego que permitan un crecimiento sostenido de la producción y el empleo privado, que ayude a reducir la pobreza y mejore el bienestar. La mejora de la productividad tiene un rol clave, pero tendría que lograr mayor inclusión para sanear el hoy muy dañado tejido social.

Martin Calveira, investigador del IAE Business School, analiza diferentes variables económicas:

Precios:

  • La inflación mensual minorista de mayo se sitúa en 3,3% y acumula 21,5% en el año. La gestión económica no logra resultados favorables en el sentido de una fase de menor ritmo de precios.
  • Las proyecciones de inflación sostienen niveles mensuales altos. El relevamiento de expectativas de mercado (REM) del Banco Central proyecta un crecimiento anual del nivel de precios de 48,1% durante este año.

Actividad Económica

No se vislumbra una recuperación sostenida de la actividad    

  • La actividad económica mensual no registra una recuperación clara. La incertidumbre sanitaria y las tensiones de precios generan un panorama poco propicio para que la recuperación se consolide. 
  • Las proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para este año siguen estando en fase de recuperación. Se espera una recuperación aunque aún por debajo del nivel de caída del año anterior.

Sector fiscal

Política fiscal bajo un escenario incierto marcado por el año electoral 

  • La gestión fiscal se presenta favorable en lo transcurrido del año. El nivel de gasto y el crecimiento de los ingresos tributarios plantean aspectos favorables aunque el año electoral determinará una nueva expansión fiscal.
  • La recaudación tributaria nacional de mayo reiteró un crecimiento en términos reales respecto al mismo mes de 2020. Mientras que la variación mensual también fue positiva luego del ajuste por inflación.

Sector externo

Se sostienen las expectativas comerciales favorables determinadas por mejor nivel de precios de exportables     

  • El resultado del comercio exterior argentino se sostiene positivo promediando del año. Un mejor nivel de precios de los bienes primarios exportables y un menor crecimiento de importaciones proyecta un resultado anual positivo.
  • El tipo de cambio real evidenció una disminución promedio mensual de 2,1% en la segunda semana de junio de 2021 (base 2010=1). Tras la nueva apreciación intermensual, se observa una mayor apreciación real respecto al promedio de toda la serie del año 2020.

Sector monetario y financiero

La política monetaria frente a los mismos desafíos y ampliación de los riesgos   

  • El Banco Central sostiene una menor dinámica de agregados monetarios sin los resultados esperados en materia inflacionaria. Si bien la expansión monetaria se mantuvo estable, el ritmo de la inflación no disminuye.
  • La necesidad de una mayor apertura económica y el consecuente impulso fiscal representarán un mayor desafío inflacionario. Ante el apremio por reactivar la economía, se espera un nuevo impulso monetario que matizará el esfuerzo antiinflacionario.

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