¿Qué nos falta para continuar con los Estudios Superiores?

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Por Virginia H. Rodríguez, Licenciada en Ciencias de la Educación, especialidad Desarrollo de Habilidades de Estudio

Uno de los anhelos que cualquier estudiante se propone cuando finaliza el nivel medio es continuar estudios superiores  y transitar ese proceso con la supuesta autonomía adquirida durante las etapas anteriores.

Frente a este desafío muchos estudiantes se desalientan cuando encuentran una notable diferencia con la complejidad  que el nuevo escenario les presenta. Las dificultades habituales se relacionan no sólo con la cantidad de fuentes bibliográficas sino con la profundidad y nivel de especialización de las mismas

Algunas maneras de manifestar este desajuste se traduce en la postergación en  la presentación a  exámenes, abandono de  la cursada de materias, cambio de carreras y en muchos casos abandono de los estudios.

Entre algunas de las respuestas que los estudiantes dan a este lamentable final, encontramos las que giran en relación con:

–  los estudiantes: “no me da la cabeza” “yo no sirvo para esto”… “No llegué nunca a leer todo lo que me pedían”.

  • la crítica a sus profesores universitarios: “el profesor no explicaba nada” “los textos eran muchos y muy difíciles” “no entiendo lo que pedía que hiciera en los Trabajos Prácticos”

En ninguno de los dos casos aparece una reflexión en torno a las habilidades de aprendizaje que  debieron desarrollarse a lo largo del proceso educativo que se corresponde con los niveles primario y medio

Si bien escuchamos en forma cotidiana  una resonante crítica a la calidad educativa y la problemática de la escuela, basada fundamentalmente en los resultados obtenidos en pruebas que miden el nivel de conocimiento alcanzado en   determinadas áreas de conocimiento, no relacionamos esta realidad general con nuestra situación particular. Observamos desde un lugar distante… como si no formáramos parte de la misma.

A lo largo de la trayectoria escolar las propuestas académicas giran básicamente en relación con: estudiar del libro – estudiar de la carpeta (lo que dictó el profesor o copió en el pizarrón) contestar cuestionarios – dar lecciones orales – discutir en grupo y contestar preguntas con un mínimo nivel de elaboración.

Generalmente los alumnos responden  a las propuestas,  según el nivel de intuición individual y muchas veces  con el apoyo familiar. No aparece en dicha instancia una reflexión sobre la conveniencia de desarrollar determinadas acciones, integrar procedimientos, relacionar conocimientos.

Los alumnos aprenden que para aprobar alcanza con leer, memorizar y repetir.

Algunos profesores más audaces,  proponen a los alumnos resolver novedosas situaciones, sin constatar previamente las condiciones necesarias para lograrlo. Olvidando de alguna manera que el objetivo principal no es poner obstáculos al alumno, sino que los alumnos aprendan aplicando lo que “se supone” fue enseñado, puesto en práctica e integrado en distintas situaciones.

En términos prácticos es como si quisiéramos escalar una montaña en ojotas… La propuesta es desafiante y motivadora…. Pero muy frustrante si insistimos en hacerlo en las mismas condiciones…sin recursos ni preparación…

Lo que se evidencia entonces es un gran déficit en el desarrollo de habilidades que le permitan al alumno:

  • Resolver situaciones problemáticas en forma autónoma
  • Planificar una estrategia de acción frente a una situación académica
  • Integrar etapas y aspectos organizativos
  • Utilizar un criterio de análisis frente a la información
  • Articular acciones que permitan un abordaje comprensivo –una recuperación clara y coherente de ideas
  • Darse cuenta de sus errores y corregirlos antes de pasar a un nivel de complejidad mayor
  • Darse cuenta de sus aciertos y utilizarlos como refuerzo dentro de su propio proceso.
  • Entre otros….

Para ello se necesita de una intención y sistematización de propuestas concretas  que hecha por tierra la ilusión según la cual los alumnos  desarrollarán solos y espontáneamente dichas habilidades,  a medida que transcurra el tiempo.

Identificar el problema con claridad es una forma también de empezar a encontrar la solución…. Y es posible hacerlo tarde …. Antes que nunca

Virginia H. Rodríguez                                                                                              Lic. en Ciencias de la Educación                                                                        Profesora de Metodología para el Estudio del ILSE (UBA)                                            Asesora Pedagógica ILSE. U.B.A (1995 -2011)                                                        Orientación individual –grupal –institucional. Virtual- Presencial virginiarodriguez.aprender@yahoo.com.ar   /   CEL-WSP  011 6157 4059

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