En relación al impacto psicológico que tiene la pandemia en nuestras vidas, la Lic Fabiana Micozzi explicó: “El tema central es implementar estrategias. Las distintas condiciones de vida hacen que no haya una sola. Usar la información para bien es clave, sin convertirla en paranoia. Algunos siguen haciendo lo mismo que el primer día, convirtiendo los hábitos en paranoia, y también aquel que ya se cansó y no cumple con las recomendaciones”.
En cuanto al exceso de información y al manejo de la misma ante esta situación, ella recomendó: “Tenemos que saber elegir un canal de información en la que confiemos y seguir a los que hablen profesionales, no los periodistas porque a veces no informan sino que opinan. Los chicos necesitan que los papás les bajen la información que van recibiendo. Con ellos es fácil establecer una conducta».
También Micozzi advirtió diferenciar cuarentena de aislamiento. “La primera la tenemos que respetar todos porque es lo que achica las probabilidades de contagio. En cambio, el aislamiento es para los que están infectados para no contagiar a los que respetan la cuarentena. E intentar vivir sin paranoia pero cuidándose. El ser humano tiene en su naturaleza la necesidad de transgredir. El cansancio hace que esta brote. Pero es el momento para internalizar la conducta de cuidarse. Todos estamos focalizados en las consecuencias inmediatas pero hay que pensar en el más allá”.