APRENDER…… O REPETIR DE MEMORIA?

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Por Virginia H. Rodríguez, Licenciada en Ciencias de la Educación, especialidad Desarrollo de Habilidades de Estudio

Antes de ubicar a la memoria en “el banquillo de los acusados”, es necesario resaltar su valor, como facultad superior de los seres humanos y como condición necesaria para desarrollar el pensamiento y el aprendizaje.

Sin memoria, se hace imposible la retención, el almacenamiento y la recuperación de la información.

Pero cuando aludimos a la “repetición momentánea y memorística” de la información, lo que nos preocupa es la dificultad para demostrar  su comprensión .

Este hecho se refleja en el olvido inmediato que se produce una vez que ésta fue utilizada para responder a una evaluación, hacer una exposición oral o utilizarla en una experiencia concreta.

De igual forma, la falta de comprensión hace difícil que la persona pueda utilizarla en otras situaciones concretas; relacionarla con otros conocimientos previos o nuevos. Es decir no podemos hacer un uso significativo de la misma.

Para explicar dicha dificultad podemos decir, que no se ponen en marcha o no se utilizan las herramientas necesarias para trabajar con dicha información, lo que permitiría el desarrollo de una memoria comprensiva, facilitando el proceso de estudio y aprendizaje.

Estas herramientas deben ser conocidas y aprendidas, luego entrenadas y paulatinamente integradas en una estrategia de estudio, que le permitirá al alumno un abordaje comprensivo y una postura cada vez más autónoma.

Para entenderlo mejor, utilizaremos un ejemplo:

En un trabajo manual u oficio, debemos conocer las herramientas disponibles, conocer sus características, modo de funcionamiento y en qué situaciones pueden ser utilizadas. Además, cada situación es diferente y las ventajas de cada herramienta estarán relacionadas con la situación particular y del objetivo que desee alcanzar.

En adelante, aunque me destaque en el uso del martillo, su utilización podrá no ser adecuada si lo que necesito es  desenroscar un tornillo.

En lo que respecta al desarrollo de habilidades intelectuales, no siempre es tan gráfica la falta de correspondencia entre las dificultades registradas y las soluciones elegidas.

Sin embargo es posible desprender algunas conclusiones necesarias a partir del ejemplo anterior:

El alumno debe iniciar una familiarización con dichas herramientas, saber cómo se usan y qué características tienen.

Será necesario revisar aciertos y errores en el uso de cada una. También será momento de descubrir cuáles orientan mejor el uso comprensivo de la memoria.

Pero ésta es la primera etapa de un recorrido más extenso, dentro del cual tendrá sentido un claro objetivo:

APRENDER y dejar de repetir de memoria.

Virginia H. Rodríguez                                                                                              Lic. en Ciencias de la Educación                                                                        Profesora de Metodología para el Estudio del ILSE (UBA)                                            Asesora Pedagógica ILSE. U.B.A (1995 -2011)                                                        Orientación individual –grupal –institucional. Virtual- Presencial virginiarodriguez.aprender@yahoo.com.ar   /   CEL-WSP  011 6157 4059

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