Argentina se encuentra al borde del «día D» en el juicio por la expropiación de YPF, donde se definirá el posible embargo de activos locales en el exterior. El Estado, condenado a pagar más de USD 16.000 millones, solicitó una última prórroga antes del plazo que vence el miércoles. La jueza Loretta Preska lidera la pulseada técnica entre demandantes y Argentina, dejando en vilo la posibilidad de que activos del país pasen a manos de los querellantes.
Argentina se acerca al desenlace crucial en el juicio por la expropiación de YPF, conocido como el «día D», donde se definirá el riesgo de embargos millonarios sobre activos locales en el exterior. El Estado argentino, ya condenado por la jueza Loretta Preska a pagar más de USD 16.000 millones, ha solicitado una última prórroga antes del plazo que vence el miércoles. La pulseada técnica entre demandantes y el Estado local mantiene en vilo la posibilidad de que activos del país puedan pasar a manos de los querellantes. La jueza lidera este proceso, dejando al país al borde de una decisión crucial en este litigio que lleva más de ocho años. La Argentina se juega su posición en este juicio que involucra la expropiación realizada por el gobierno de Cristina Kirchner en 2012. La resolución de este caso podría tener un impacto significativo en la economía y las finanzas del país sudamericano, generando expectativas y tensiones en el ámbito nacional e internacional. La solicitud de prórroga agrega un elemento de suspense a la situación, mientras el país aguarda el desenlace que podría tener repercusiones a nivel global. Este juicio es seguido de cerca por diversos sectores, ya que su desenlace podría marcar un hito en la relación entre el Estado argentino y los inversionistas extranjeros, así como en la resolución de conflictos de este tipo a nivel internacional.